jueves, 6 de enero de 2011

El bronceado perfecto

Define la hora y lugar en el que te expondrás a los rayos del sol: Estos factores son muy importantes ya que de eso depende el índice de protección. Eso si, es recomendable que te abstengas de exponerte directamente al sol desde las 11 del mañana hasta las 4 de la tarde.
Lugar: Toma en cuenta que entre mayor es la altitud, los rayos son más intensos porque hay menos atmósfera para filtrar su energía; si te vas a tender al sol en un sitio con estas características, busca productos con SPF mayor de 15 y disminuye el tiempo de exposición al sol.
Aplicación: Tanto los protectores, bloqueadores como los bronceadores deben aplicarse media hora antes de tomar el baño de sol. Para aplicarlos se comienza por extender la crema por todo el cuerpo, incluso las orejas, ah y no olvides las palmas de las manos y pies.
En las zonas más sensibles como labios, nariz u hombros, es conveniente usar siempre un bronceador de alto incide de protección. También es necesario cubrir las cicatrices y las manchas de la piel con una protección especial.
Bronceate poco a poco: El primer día es en el que se producen la mayor parte de las quemaduras, por lo que hay que tomar el sol en sesiones de cinco minutos que se extenderán a diez minutos el segundo día.
El tercer día es el momento en que la melanina estimulada durante los dos días anteriores, consigue alcanzar la epidermis pero aún no la protege. Si ese día no se toma el sol o se utiliza una protección solar de nivel alto se tendrá un bronceado espectacular.
No te quedes en una sola posición bajo el sol. Cambia la superficie expuesta esto te permitirá tolerar mejor los rayos solares además de conseguir un bronceado parejo.
Usa unos lentes para proteger tus ojos y sombrero para prevenir las insolaciones.
No olvides beber mucha agua para evitar la deshidratación.

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